Oigo el silencio de la noche, medianoche, medio Amor.
Veo como el tiempo te ha empujado hacia las olas del adiós.
Cobardía, mujer del desamor, no me trates como a un niño, que conozco tu intención.
Niños son tus dueños; insensatos, como un sueño al despertar, que te encanta, te embelesa... para luego hacerte llorar.
Cobardía, mujer ramera, que arrebatas la pasión, que los hundes en el miedo y los apartas del Amor.
Cobardía, miel tan agria, me debes un corazón, y el día que lo consiga morirás como un ladrón.
Me has robado sus promesas, me robaste su calor; y como si eso fuera poco, le quitaste su valor, como a ése que hace años también dejaste sin voz...
Y de aquel joven vibrante, tan repleto de emoción, con quien hablaba en silencio, me dejaste un mal sabor, un recuerdo muy escaso y una foto sin color.
Cobardía, no te temo, es la envidia tu razón. No olvides que en este mundo quien ríe de último, ríe mejor...
AndreínaLP