Muerde mis labios con el filo de los tuyos y equivócate.
No pidas permiso, no lo dudes. Equivócate.
No esperes que el tiempo te regale sus segundos
ni la vida sus milagros. Arriésgate.
Simplemente haz de tus sueños tu verdad,
y equivócate.
Todo es posible. No lo olvides jamás.
Yo no repito lo que oigo si no lo he podido comprobar.
No te sientas solo,
yo también me voy a equivocar;
una vez contigo, una vez con él.
Está escrito. No va a cambiar.
No quiero tu decencia esta vez,
es probable que mañana yo no esté...
Así que equivócate hoy
y regálame el susurro que tanto esperé.
¿Acaso no lo ves?
Soy el viento alado que enciende tu piel,
quien borda tus sueños y los hace arder.
En medio de la nada, aún te puedo ver.
Mírame sin miedos,
no le huyas al intento,
no te niegues al querer.
Equivócate.
Da un buen paso en falso y atrévete a perder
ese orgullo inflado que no te hace bien.
Ven, déjame entender
el lenguaje de tus manos y las ganas de tu ser.
Equivócate. No hay más tiempo que perder.
Cierra ya tus ojos y empiézame a ver...
Andreína LP.
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