Aún

Aún aparece tu sombra
a pesar de que no estás,
porque estar como tú estás
es casi como no estar.

Aún hay 4 discos, canciones y poemas
que me recuerdan a ti,
y especialmente momentos
como al bailar por ahí,
cuando la música me secuestra
y se apodera de mí,
casi sin pedir permiso
sin importar quién esté allí.

No ha habido baile en mi vida
que se parezca de verdad a aquél,
solo han sido ilusiones
que se tratan de acercar,
pero todo ha sido en vano,
no se pueden comparar...

Son 13 años yendo y viniendo,
casi sin advertir,
tratando tú de encontrarme
y yo de encontrarte a ti.

No hay nada seguro en la vida,
mas nada es casualidad...
Pero ya no le apuesto al destino,
nos dio más de una oportunidad.

Una nos alejó sin opciones,
otra yo la dejé escapar,
y cuando llegó el momento
tu venganza se animó
para ya no verme más;
cortando toda esperanza,
robando toda ilusión,
y juzgando injustamente
a alguien que no te mintió,
dejando así un corazón roto
como nadie lo dejó.

Sin embargo me enseñaste
el valor de la paciencia
y que hasta le gente buena
puede sentir rencor
cuando no logra lo que quiere
y desea cobrar su dolor.

Pero yo aún no sé de venganzas,
todo se lo he dejado a Dios,
pensé que tú eras igual,
mas tus actos no van con tu voz.

Sabes que no perdonas,
que eres odio o eres amor,
que no comprendes de dudas
como las que he tenido yo.

Confieso que aún a veces,
al escuchar una canción,
alguna lágrima sale
y me nubla el corazón.

Vienen a mí las preguntas,
aún sin contestación...
¿cómo es que un día se quiere
y al día siguiente no?

Mas recuerdo que existe el engaño
y que gente como yo
puede creer que aún hay algo
donde todo se esfumó.

Lo que más cuesta aceptar
es que una mirada logró
cambiar su tonalidad
entre amor, duda y rencor.

Mirada quizás traicionera
o quizás nunca mintió...
pero fue un gran latigazo
el que un día hablara de Dios,
tiempo después de apatía,
de mucha rabia y dolor;
repleta a la vez de deseo
y de profunda pasión,
pero empapada de trampa y
prematura decepción.

Decepción que fue la mía
porque nunca te mentí.
Tú decías que esperabas
y el camino me llevó a ti.

Pero todo dio un gran giro,
más grande del que pensé...
y aún tu sombra lastima
aunque no te pueda ver.

Tú dijiste que olvidaste,
yo aún no sé qué creer...
Si lo hiciste, me sorprendes,
y si no, mientes muy bien.

Sin embargo algo está claro,
y es que todo terminó
sin siquiera comenzar.
Por eso casi no dudo
el volvernos a encontrar
en otra vida que venga
para los dos conciliar
ese amor que en esta vida
no nos tocaba alcanzar.

Aún hay tiempo, cariño, recuerdos, pasión...
Aún hay vida y corazón.
Aún existe la Fe y existe Dios.
Aún seguimos siendo Tú quien eres, Yo quien soy.

Aún...

AndreínaLP

Escrito el 06/09/2009.